Mapas

Todavía me cuesta olvidar el nombre de ciertas calles y eso me recuerda que seguramente vivís en el mismo lugar de siempre. Decir siempre es irreal, una falacia en sí misma y una palabra creada para hablar de la mentira no es una palabra digna. Los mapas mentales son también mentirosos, las líneas trazadas. Bueno, es difícil de explicar. Y si hablamos de mentiras, recordar. Yo también recuerdo por metro, los metros que tenía que cruzar para encontrarme con tu mirada del otro lado de la barra, sonriendo, vos y tu mirada, a la espera, conviviendo en algo pactado en silencio, con conjuros y evocaciones. Yo también sonriendo. Y los Beatles en sábados de sol e invierno, vos cantando todavía con pudor y yo intentando quitártelo como a la ropa. Qué puedo decir ahora que no haya dicho antes. Todo. Nada de lo que debía decir salió de mi boca a tiempo, me había desacostumbrado a algunas verdades. Tan idéntico a mí, tan odioso que así fuera. Tengo instantes gélidos, momentos de lucidez espeluznante en los que necesito volver a recorrer el mapa, seguir llorando ciertas calles, besar este amor que no cicatrizó.

2 comentarios:

voyacambiar.wordpress.com dijo...

terrible. después te dibujo mi mapa! ja.

Eusebia Florestán dijo...

¡Gracias por pasar, Diego!