Imperturbable

          Alguna vez hace muchos años en las épocas de miamor y testraño, teníamos una convicción infranqueable, éramos algo que todavía sabía jugar sin daños colaterales ni adeudos impensados, con riesgo de algún que otro disco o poemario escurriendo alcohol y olvido. Podrás creer que así empezó todo, así, evocándote una noche solitaria, casi sobre esta misma alfombra, con una computadora, con otra tristeza de labios recientes, qué insania que los besos nunca dejen de ser recientes, una noche como ésta sin saber mucho de nada y nada de todo, más ajena a mí, tan diferente a hoy adueñada de esta piel y esta temperatura, señora de cada madriguera donde he disfrutado esconderme durante tantos años, cuevas funcionales desde donde te dibujé con pulso firme y aliento nuevo, cada vez. Pánico describe lo impensable de volver a miamorarnos y testrañarnos, ya no podemos nada sin daños a terceros ni desnudar la insolvencia, estamos en punto muerto, el gesto magro es celebrarte poco más de cuatro años después de que me dieras razones para bautizar una buhardilla saturada de morriña, rendida a la melancolía. Acá descubrí todo de mí, lo atávico y lo quebradizo, que ser alguien más podía toparme con la manera de ser más yo que nunca, descrubrir pacientemente el pulso, no temerle al buen tino, desarmar las trincheras de embuste y abrazarme desnuda en el espejo, fiel como jamás e incapaz de traicionarme. De manera imperturbable. Si te lo debo, te pago con todo mi amor, aquel que nunca más volveré a reconocerte cara a cara.

4 comentarios:

Mariana Kruk dijo...

"Pánico describe lo impensable de volver a miamorarnos y testrañarnos"

eso dolió.
gracias por el espejo, siempre.

Anónimo dijo...

I Like, o Me gusta como prefieras. o Quizás como favorito.... Hola! No te olvido, aunque deba permanecer en silencio. "fiel, como jamás e incapaz de traicionarme"
ya casi es 25...

Eusebia Florestán dijo...

¿Cómo puede un/a "anónimo/a" conocer qué encierra el número 25?

Jesik dijo...

Se armó la intriga en el blog. Con un par de llamados lo sacás Eusebia, te tengo fe.