Como si nada

         Con esas cosas no se juega. Se es o no se es dijo uno una vez, lo dijo como al pasar pero nos quedamos todos enganchados de eso,  agazapados en la duda de ser o no ser con la fatal consciencia de que esa es la cuestión. Entonces, entenderás que no pude hacer caso omiso a tu declaración, un comentario que muchos podrían considerar insignificamente inofensivo y otros, altamente peligroso. Yo estoy dentro del segundo grupo y me resulta muy sospechoso que no lo sospecharas. Develaste aquello que no debías en el peor de los momentos, a mi segunda copa, a tu sexto sorbo, a la quinta canción del segundo disco, a la hora de enamorarse. Como si nada, como si hablar de Waits, Alice in chains y lo mal que sonaba la guitarra de Carl Barat hasta que el sonidista se acordó de subirla, no hubiese sido suficiente, como si no hubieses sabido que esas no son cosas de las que hablan los civiles por lo general, y así, entre la luz tenue y las guitarras de Mayer inundando el living deslizaste que preferías el bajo tocado con púa antes que con dedos y yo abriendo los ojos bien grandes sin poder dar crédito a lo que escuchaban mis oídos y vos acomodándote el pelo porque nada había sucedido realmente y creo que nunca entendiste la dimensión de lo que acababas de hacer hasta que preguntaste qué y yo te respondí con otro qué y vos qué de qué y yo me agarré la cabeza y entonces necesitaste que te contara que eso que acababas de declarar no era tan común como pensabas y, en definitiva, hay cosas con las que no se juega y se es... o no se es.

No hay comentarios: